Realizan la autopsia a Ricardo Soto, el prefecto asesinado en un control por un joven que luego fue abatido por la Policía
Pedro Espinoza (21), disparó a quemarropa a Ricardo Soto (34). El prefecto estaba en un control para garantizar el aislamiento obligatorio por el coronavirus. Hubo una intensa persecución y tiroteo. El joven había salido de su casa hacía minutos, alterado, y armado con una pistola y siete cartuchos. Conmoción en Puerto Deseado y en todo el país. Detalles exclusivos.
Un cabo primero de Prefectura Naval Argentina murió de un disparo de arma de fuego cuando se encontraba realizando controles en la vía pública en Puerto Deseado, en el marco de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno Nacional.
El efectivo fue identificado como Ricardo Soto (34), más conocido como “Richi”. Oriundo de Camarones (Chubut). Era muy querido en la ciudad portuaria.
Quien le disparó a quemarropa fue Pedro Espinoza (21). El joven, que estudiaba una carrera universitaria en Comodoro Rivadavia y pasaba el aislamiento con su familia, fue abatido tras una persecución policial y una tremenda balacera que asustó a todos los vecinos. No poseía antecedentes.
El hecho conmociona a todo Puerto Deseado, a dos meses nada más del brutal caso de Santino y María. También a todo el país. Es el primer caso, en el marco de la cuarentena obligatoria, que tiene como víctima fatal a un miembro de las Fuerzas de Seguridad mientras se realiza un control para garantizar el aislamiento obligatorio.
De acuerdo a la información recopilada por La Opinión Austral, todo se desencadenó en un control que la fuerza federal se encontraba realizando en calle Capitán Oneto. Allí, pasadas las 16:00 horas, Espinoza pasó caminando. Aparentemente, salió muy alterado de su casa -por razones que se desconocen- y armado, con una pistola calibre 11.25 sin registrar. Más tarde, junto al cuerpo, la Policía se la encontraría junto a siete cartuchos.
La herida de bala de Soto fue a la altura de la axila del brazo izquierdo. El joven le habría disparado por la espalda, sin darle tiempo de reacción. Allí, empezó el tiroteo con los demás miembros de la fuerza federal, mientras el cabo primero yacía tendido en el suelo. Uno se quedó con él, aguardando la ambulancia que minutos más tarde llegaría, y los otros pidieron apoyo y salieron a perseguir a Espinoza.
La persecución, que incluyó además al personal de la comisaría local, se extendió por varias cuadras. El joven intentó ocultarse en una casa, pero no pudo. También buscó refugio en el gimnasio municipal “Puchito Otey” para luego llegar a una plaza donde tomó de rehén a una persona, todo esto mientras era intensamente perseguido por los efectivos y una ambulancia trasladaba a Soto gravemente herido. El prefecto no pudo superar el trauma y falleció en la Terapia Intensiva, a escasos minutos de su arribo al Hospital Distrital.
La causa está siendo instruida por el juez Oldemar Villa. Anoche, al cierre de esta edición, se continuaban realizando pericias. Paralelamente, el intendente Gustavo González realizaba las gestiones para que la madre de Soto (hoy en Las Heras) pudiera arribar a la localidad.
Este medio pudo saber, por otra parte, que el cuerpo del cabo fallecido estará siendo sometido a la autopsia a las 11 de la mañana. En tanto, se aguarda que haya novedades en torno a la autopsia de Espinoza, además del testimonio que puedan brindar testigos (entre ellos, los prefectos que estaban junto a Soto en el operativo).
El mensaje de Prefectura
“La Prefectura Naval Argentina llora la muerte del cabo primero Ricardo Soto, que fue asesinado esta tarde (por ayer), en la ciudad de Puerto Deseado, mientras cumplía funciones para evitar el avance de la pandemia y hacer cumplir la cuarentena obligatoria impuesta por el Gobierno Nacional. Todo el personal de la Fuerza acompaña a su familia con profundo dolor. Honramos su memoria trabajando con más esfuerzo y compromiso para proteger la vida de los argentinos”.
Fuente: LaOpiniónAustral.