Analizan algas tóxicas en mortandad de ballenas en Chubut
Chubut.- Una serie de cetáceos, sobre todo ejemplares jóvenes de menos de tres meses de edad, comenzaron a morir de repente y de forma masiva a partir de 2005 y durante los años consecutivos en la península Valdés. Los científicos no habían visto nunca nada igual, y ahora un nuevo estudio señala a la floración de algas tóxicas como culpable de la masacre de ballenas franca austral.
En un estudio que publica la revista Marine Mammal Science los científicos han cercado al principal sospechoso, floraciones de algas tóxicas Pseudo-nitzschia, que son del mismo tipo que las que a veces fuerzan a prohibir la recolección de almejas y otros mariscos.
En este trabajo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y su Servicio de Pesca Oceánica, así como otros científicos de EE UU y Argentina, descubrieron que el número de muertes de ballenas en península Valdés estaba vinculado a las concentraciones de las algas tóxicas.
“Los números oscilaron en torno al mismo punto y al mismo patrón”, dice Cara Wilson, oceanógrafa del Fisheries’ Southwest Fisheries Science Center NOAA y autora principal del artículo. “Lo que es inusual –añade– es la frecuencia de repetición de la floración. Por lo general no ocurren muertes cada año, pero entre 2007 y 2013 las crías murieron en gran número todos los años”.
Cuando hay gran densidad de Pseudo-nitzschia, algunas especies pueden producir una potente neurotoxina llamada ácido domoico, que es la causa por la cual las ballenas más jóvenes fallecen. Cuando la densidad de algas se reduce, también lo hace el número de muertes de estos cetáceos. La correlación no es una prueba definitiva de que las algas causaran la muerte, pero es muy probable, según los expertos.
Este hallazgo no solo es válido para la región sur de Argentina, ya que demuestra que algunas de las criaturas más grandes del océano pueden ser vulnerables a las floraciones de algas que se espera que aumenten con el cambio climático.
Una de las floraciones más grandes de algas dañinas de este tipo golpearon la costa oeste de EE UU a principios de 2015, tras casi un año con la temperatura del agua inusualmente cálida en la costa.
Los científicos están ahora estudiando si estas algas nocivas podrían haber contribuido a un reciente repunte en la muerte de ballenas adultas en Alaska, que la NOAA ha señalado como inusual.
La temporada de ballenas 2012 terminó con la cifra récord de 116 ejemplares de la ballena franca austral muertos en Península Valdés. De esa cantidad, 113 son ballenatos lo que representa nada menos que un 97 por ciento de las muertes. Esto no sólo indica una alarma sino también que al menos un tercio de las ballenas nacidas durante la temporada pasada en Península Valdés y El Doradillo (playa cercana a Puerto Madryn) murieron.
El programa de monitoreo había detectado la muerte de unos 500 ejemplares en el período 2003 y 2011 determinándose también que la mayoría de los ejemplares muertos eran crías.
Cada año más de 100 mil personas realizan el avistaje desde Puerto Pirámide, en Península Valdés. De esa cantidad, el 25 por ciento son extranjeros., (ANA)