El imán del Fitz Roy

Dos días de caminata en medio de los colores otoñales al Monte Fitz Roy y el Cerro Torres, dos picos legendarios e icónicos de la Patagonia argentina.
Enclavado sobre la cordillera de los Andes, en Santa Cruz, El Chaltén es un paraíso para los senderistas y escaladores que vienen de todas partes del mundo por su libre acceso y sus impresionantes paisajes.
El Chaltén significa “montaña humeante” en lengua tehuelche, con relación al pico dentado del monte Fitz Roy visible desde el pueblo y casi siempre cubierto de nubes.
El pequeño pueblo de El Chaltén fue establecido por escaladores como campamento base para sus ascensos al Monte Fitz Roy y los picos circundantes. Doug Thompkins e Yvon Chouinard, los fundadores de The North Face y Patagonia, fueron algunos de los primeros hombres en llegar a la cima que, a pesar de sus 3359 metros, es conocida por ser una de las escaladas más desafiantes del mundo.
La montaña recibe su nombre en honor a Robert Fitz Roy, capitán de las segunda expedición de Charles Darwin a Sudamérica, y las circundantes en memoria de pioneros como Mermoz, Saint Exupery o Guillaumet.
El Chaltén, un diamante en bruto
Ubicado en el corazón de la Patagonia, El Chaltén ha sido descubierto por excursionistas y fue reconocido como la Capital del Trekking de nuestro país. Sin embargo, una de las mejores cosas de El Chaltén es que se mantuvo preservada del turismo masivo. Este poblado ha logrado seguir siendo sencillo y pequeño, pero principalmente está lleno de hoteles, campings y restaurantes para acomodar a excursionistas y escaladores.
Hay muchos senderos para elegir teniendo como base El Chaltén. La mayoría de los turistas suelen organizar excursiones de un día tanto al monte Fitz Roy como al cerro Torre, los lugares más emblemáticos de la zona. Los escaladores, en cambio, se dirigen a Río Blanco y Piedra del Fraile. Por su parte los senderistas entusiastas realizan un circuito de 5 a 6 días cruzando lagunas y partes remotas del Parque Nacional Los Glaciares.
Caminando de El Chaltén hasta el Cerro Torre
Para quien le guste la tranquilidad el mes recomendado es abril, lo senderos están casi vacíos y, el visitante, tendrá la belleza para él solo. Otra ventaja de esa época del año es que los colores de los árboles están cambiando de verde a naranja y marrón.
Es recomendable tomar dos días para la excursión así se pasa una noche en las montañas contemplando el cielo nocturno. El detalle, que se debe tener en cuenta, es llevar el equipo térmico adecuado para no pasar frio durante el descanso nocturno. Amanecer en ese lugar de la cordillera es maravilloso. El sol lentamente va calentando y las montañas se tiñen de un rosado inexplicable.
Las caminatas se dan por los lagos cristalinos como el Madre e Hija. Y cuando se llega al Cerro Torre no se podrá creer lo impresionante que es el paisaje. Restos de hielo flotan en la laguna que acaricia sus laderas creando un paisaje muy dramático pero encantador.
Fuente: SerArgentino.com